#8M: Á(r)mate mujer

No quiero tener miedo cada vez que salgo a la calle (de noche más) y vivir pensando en si algún día seré una de las que violan y asesinan. No quiero ser una guarra por enseñar demasiado o una monja por enseñar poco. No quiero rechazar a un hombre y que me acose durante años. No quiero que me digan piropos ni que me empiecen a hablar desconocidos porque sí, porque saben que pueden. No quiero más chistes machistas, ni bromas, ni frasecitas tipo: seguro que tienes la regla. No quiero ser "el sexo débil". No quiero pagar menos en una discoteca porque soy el producto. No quiero cobrar menos que mi compañero en un trabajo. No quiero que se me sexualice todo el tiempo y que no se me valore por lo que hago. Lo que sí quiero es ser mujer. Y vivir en un mundo donde no tenga miedo, donde siga viva. Por vosotras, por todas, por mí. 


En mayor o menor medida me he ido identificando con todos los testimonios y textos similares al de arriba que las mujeres han ido publicando estos últimos días con motivo del 8M

Fue una jornada muy emotiva, necesaria, contundente, reivindicativa. Hay personas que creen que este tipo de huelgas, manifestaciones, gritos, no sirven para nada, tan solo para hacer ruido al que nadie hace caso o para molestar a los que sí han decidido ir a trabajar. Uno de los motivos por los que quizás acabe quedando en "nada" es porque aún, desafortunadamente, la mayoría de personas piensan como éstas. Así funciona en todo lo que no está funcionando en esta sociedad. Pienso que aún es poco pero que a pesar de ello fue mucho, muchísimo. Es un inicio.

Y que las personas que lo vivimos y lo gritamos todavía tenemos esa sensación de que no estamos solas, de que juntas, podemos; aunque todavía quede mucho por visibilizar.

De otra manera, ¿qué más nos queda?



Comentarios