Explosions in the Sky (+ The Drift) live in Barcelona @ Casino l'Aliança 06.11.11

A buenas horas me decido a redactar lo que fueron las sensaciones que experimenté el pasado 6 de noviembre en el Casino de l'Aliança de Barcelona, mientras presenciaba el espectáculo que Explosions in the Sky ejecutó entonces. Y es que fue algo excepcional, por eso todavía lo recuerdo. Además, fue mi primera vez por doble motivo: un concierto en directo de post-rock y sentada en un teatro. Es este estilo de música el que escucho últimamente y el que descubrí gracias a estos músicos virtuosos de Texas.

Como teloneros actuaron The Drift, un grupo californiano que se encargó de ambientar perfectamente el teatro con cuatro largas canciones, directamente intencionadas a elevarnos a un estado difícil de describir con palabras y prepararnos para lo que iba a suceder a continuación.

Los tejanos aparecieron en el escenario, tímido y tranquilos, saludando al público formalmente. El que parecía el más extrovertido de los integrantes, el bajista, dedicó unas palabras de agradecimiento a sus amigos de California, se excusó por su español mediocre y acabó el discurso con un intento poético que quizás quedó algo forzado: "...muchas gracias por su tiempo, y por su amor... somos: explosiones en el cielo, de Tejas".


Los 90 minutos de concierto en HD
(recomiendo ver los 15 primeros minutos y si gusta, seguir hasta el final).
Gracias a LeñadorFilms

The Only Moment We Were Alone fue el tema que escogieron para dejarnos pasmados casi  los primeros 11 minutos de concierto en esos cómodos asientos que nos hacían vibrar literalmente. Los bajones y subidones en la melodía de esta canción aturdía al público, confundiéndonos a la hora de aplaudir, gritar, no sabíamos muy bien cómo reaccionar ante lo que estábamos viendo sintiendo. Silencios que nos engañaban, explosiones de sonidos inesperados que nos hacían alcanzar una especie de éxtasis intermitente. Lo que sentí justo a partir del minuto 9:58 fue indescriptible, algo que no puedo comparar con nada que antes o después haya experimentado en una situación como aquella: escuchando música en directo. 

Sin apenas pausas entre canciones, el set list (aquí en forma lista Spotify) fue un combinado de nueve temas pertenecientes a sus cuatro últimos discos (de los cinco que tienen). No tocaron ninguna canción de su primer disco, How Strange Innocence (2000), mi favorito; pero eso no fue ningún problema. Your Hand In Mine (la más escuchada en Spotify) era la canción que esperaba escuchar en aquel concierto, y por suerte ésta sí que sonó. Por la reacción que tuvo el público ante los primeros acordes supuse que no era la única, la mayoría del público la estaba esperando. Fue sublime.

Cuando se veía llegar el final del concierto con The Moon Is Down, varios espectadores saltaron de sus asientos y se acercaron al pie del escenario a alabar al grupo de forma entusiasta y muy emocionados. Los americanos terminaron de tocar la canción y, casi sin despedirse, abandonaron el escenario y no volvieron. Esa frialdad final con el público seguramente le sentó como una patada en el culo a más de uno, pero ellos saben (o deben confiar en), que el espectáculo que dieron y las emociones que causaron en el durante, superarían con creces ese sentimiento... aunque yo aún lo recuerdo, y también el quedarme con las ganas de más. A pesar de ello, sé que volvería a repetir la experiencia y recomiendo a todo aquel al que le guste mínimamente la buena música e ir de conciertos lo pruebe alguna vez si tiene la oportunidad.

Cuando fui a ver a Maybeshewill hace unos días (ya sé que no es lo mismo una sala de 200 personas y estar en primera fila, que estar en la sexta fila de un teatro y además sentada) la sensación final fue muy distinta aún tratándose del mismo estilo musical. No sabría muy bien si quedarme con el calor, el agradecimiento, la humildad y el carisma agradable de los británicos, o el virtuosismo frío de los tejanos que, en la distancia, nos hizo entrar en éxtasis por momentos. Lo que tengo claro es que sendos grupos me hicieron disfrutar cada uno con su personalidad particular, y eso ya puede quedar por encima de cualquier comparación innecesaria. Como las personas, cada grupo es único, y si saben hacer disfrutar a su público, es que buenos deben ser.


Otras crónicas del concierto en:
Muzikalia.com, por Raquel García
Ovellanegrarock.com, por Daniel Navarro
Thebackstage.net, por Biken

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